En Larkinven estamos convencidos que son los hábitos, originados desde la comprensión y la razón, los que definen culturas, más allá de la ejecución superficial de protocolos.
Creemos en la capacitación profunda que permita absorber información fundamental para que el cumplimiento de dichos protocolos se haga por convincción, por cultura, y no por contenido.
La inocuidad alimentaria es parte importante de nuestros trabajo como diseñadores de protocolos y productos que le permita a más de nuestros aliados proteger a sus consumidores y reputación.
Ideando frente a grandes desafíos
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año mueren más de 2 millones de personas en todo el mundo por Enfermedades Transmitidas por los Alimentos (ETA).
Son datos que seguimos de cerca cada año y que nos lleva a seguir implementando estrategias más eficientes que nos permita llegar a más empresas en todo el país, con el objetivo de que podamos protegernos y hacer frente a un problema con soluciones posibles.
El mal manejo de agentes químicos tales como hormonas, antibióticos o plaguicidas dañan la inocuidad de los alimentos tanto como los de carácter microbiológico como virus y bacterias. Incluso, agentes contaminantes físicos como pedazos de metal, astillas, entre otros, llegan a causar también graves daños.
La garantía en la inocuidad de un producto final pasa por una serie de procesos, de protocolos en el uso productos eficientes y adecuados para cada área, pero todas estas aristas deben reposar sobre la cultura de una empresa, solo así se podrá empezar a cambiar la realidad.