Siempre está al acecho, la legionella es una bacteria ambiental que puedes conseguirla en aguas superficiales no tratadas. En el caso de hoteles con piscinas, fuentes o cualquier otro acuífero que almacene agua, es de vital importancia la ejecución de protocolos y prácticas eficientes para evitarla.
La reputación de hoteles o posadas puede verse afectada si alguno de sus clientes llega a adquirir la bacteria. Los escalofríos, fiebre y dolor muscular son síntomas característicos de la legionella, y la verdad es que nadie querrá sentirse así estando fuera de su casa y muchos menos estando de vacaciones.
Hay condiciones precisas en las que esta bacteria puede llegar a reproducirse con mucha rapidez, y puede darse especialmente en áreas de almacenamiento de agua, torres de refrigeración y condensadores. Hay que tener especial cuidado en estas zonas, incluso en una simple gota de agua microscópica puede hacer vida este organismo, pudiendo entrar en el tracto respiratorio de cualquier persona.
En Larkinven ayudamos a nuestros aliados a hacer frente a la legionella a través del diseño de prácticas higiénicas-sanitarias para que obtengan un control de espacios y servicios y evitar así el contagio de esta amenazante y peligrosa bacteria que puede habitar también en baños, grifos, jacuzzis, etc.
¿Cuáles son las prácticas más eficientes para evitar la legionella en hoteles?
Uno de las primeros pasos que realiza nuestro equipo de expertos es la verificación de la correcta circulación del agua en todo el sistema. Esto primeramente para asegurarnos de que no existan estancamientos. Identificamos los puntos de purga y eliminamos los sedimentos.
La revisión de estos puntos debe ser periódica. La limpieza y desinfección profunda debe ser ejecutada por lo menos una vez por año, incorporando la hipercloración y sustitución de filtros de agua.
Siempre hacemos saber a nuestros aliados la importancia de contar con planos del sistema de tuberías de agua, aires acondicionado, etc. Esto nos ayudará a ser mucho más eficientes en la prevención.
Por último y no menos importante, te aconsejamos mantener el agua a temperaturas inferiores a los 20 grados centígrados, y en aguas de circuito caliente superiores a los 50 grados centígrados. Esto ayudará a evitar la bacteria.